LA QUEMA DE LAS JUDAS (último acto de soberbia)

LAS JUDAS
¡ay jijas!

Pues bueno la vida ha puesto a prueba mi humildad (y reconozco que le he fallado) en parte porque uno como artista tiende a ser más soberbio que el resto... hay que ser soberbios me dijeron y pues no me costó mucho trabajo serlo, se me da naturalito... Entonces la vida quiso ponerme a prueba nuevamente (en algo debí volver a fallarle) porque Las Judas no se van... son el karma de mi soberbia y tendré que cargar con ellas hasta que logre ser humilde.
¿Qué sentirían Las Judas al saberse utilizadas para producir en mí un bien? Yo que en otras épocas viví del rencor sé que no es nada grato que el mal que quieres hacer al otro tenga límites pero contra la bondad divina nadie puede.

El mal que quieran hacerme jamás será más grande que el amor que Dios me tiene... y que agradezcan que la suya no es una religión karmática sino en su próxima reencarnación terminarían siendo (caca de vaca no porque es sagrada) un animal... Su alma estaría lejos de llegar a la luz así de lejos como lo están ahora pregonando el amor sin sentirlo, la paz sin tenerla, la reconciliación sin poder reconciliarse con quien las ofendió. Para ellas no existe el karma pero si el infierno y ese infierno lo sienten al verme, me han dado poder sobre ellas, el poder de generarles rencor con el sólo hecho de ser feliz y el rencor a la larga produce cáncer y el cáncer la muerte.

No sé a ciencia cierta cuándo les ofendí porque no fue mi intención ofenderlas, ni hacerlas sentir como se sintieron. Pero saben qué es lo más triste Yo me iré pero la infelicidad se quedará con ustedes...